músculos

Un músculo es un conjunto de fibras o células organizadas en fascículos, ancladas a los huesos por medio de los tendones. El músculo capaz de generar el movimiento voluntario contiene proteínas contráctiles (ACTINA y MIOSINA) que se organizan en un patrón de bandas claras y oscuras que le da el nombre de músculo estriado.

Para su adecuado funcionamiento se requiere una gran cantidad de calcio y energía en forma de ATP obtenida a partir de los azúcares (carbohidratos) y grasas (lípidos). Su color rojo característico esta dado por la presencia de un pigmento llamado mioglobina.

Además de movimiento, los músculos son una importante reserva de energía y participando activamente en la regulación de nuestro metabolismo: Un músculo saludable nos permite movernos bien, prevenir lesiones, regular nuestros niveles de azúcar en sangre y mantener nuestro equilibrio corporal.

El movimiento se genera gracias a la estrecha interacción entre el sistema nervioso y el sistema muscular: Los nervios generan estímulos eléctricos que producen en la fibra muscular una contracción que produce el desarrollo de fuerza; una vez el estímulo cesa, el músculo se relaja. La alternancia entre contracción y relajación genera el movimiento de las estructuras a las que está anclada.

La fibra muscular es elástica, por tanto, puede deformarse hasta cierto grado y recuperar su forma original tras la culminación del estímulo. Cuando se produce una sobredistensión, aparecen los desgarros musculares que pueden causar una pérdida parcial o total de la función.

Además poseen fibras rápidas más potentes y de mayor tamaño capaces de desarrollar una gran fuerza con gran rapidez y fibras lentas de tamaño menor pero mucho más resistentes a la fatiga muscular.

Genéticamente tenemos un número determinado de fibras rápidas y lentas, lo que explica porque algunas personas se desempeñan mejor en actividades rápidas y explosivas mientras que otras son más resistentes a largos períodos de ejercicio. Aunque el entrenamiento no modifica el número de fibras musculares si es posible con ejercicios específicos mejorar nuestra rapidez o resistencia: Los ejercicios de resistencia nos permiten transformar algunas fibras rápidas en fibras lentas y mejorar el aporte de oxígeno y de nutrientes haciendo que toleremos mejor largos períodos de entrenamiento; mientras que los ejercicios repetitivos y con peso permiten aumentar el tamaño y fuerza de contracción de las fibras rápidas (hipertrofia).

 

La rodilla funciona como una bisagra modificada en la que se producen movimientos de apertura (extensión) o de cierre (flexión) y pequeños movimientos de rotación interna y externa. Para poder realizar todos estos movimientos encontramos un conjunto de músculos diseñados para facilitarlos:

EXTENSION DE LA RODILLA: Para mantener la rodilla extendida necesitamos de la acción del músculo cuádriceps, llamado así porque originalmente se describieron tiene 4 cabezas o partes. Esta ubicado en la parte anterior (delantera) del muslo, entre la cadera y la rodilla. Tiene fibras de gran longitud y su disposición peniforme (pluma) le permiten desarrollar una gran fuerza, necesaria para mantenernos de pie por largos períodos de tiempo. Termina en un gran tendón llamado cuádriceps sobre el extremo superior de la rótula, la cubre y continúa su camino uniéndose a la tibia por medio del tendón patelar completando el aparato extensor que, como su nombre lo dice, permite hacer la extensión.

 

FLEXION DE LA RODILLA: Para doblar o flexionar la rodilla, por ejemplo cuando subimos escaleras, necesitamos de los músculos flexores ubicados en la parte posterior (trasera) del muslo. Son los llamados isquiotibiales: Bíceps femoral, el semitendinoso, el semimembranoso y el recto interno o gracilis.

ROTACION DE LA RODILLA: Los movimientos de rotación de la rodilla pueden realizarse únicamente cuando hacemos flexión de la misma. Nuestra rodilla tiene la capacidad de hacer rotación externa gracias al bíceps femoral y rotación interna gracias al semimembranoso, semitendinoso, gracilis y un pequeño músculo llamado poplíteo ubicado en el hueco poplíteo (corva).

Todos los anteriores músculos tienen una función única y por tanto tienen la misma importancia para el correcto desempeño de nuestra rodilla, cuando se realiza una rehabilitación deben tenerse en cuenta todos ellos, diseñando programas que incluyan todos los grupos musculares.

Las enfermedades que afectan los músculos son muy frecuentes y la mayoría de veces son subestimadas o mal tratadas, dejando secuelas funcionales importantes que retardan o evitan el regreso a las actividades cotidianas o deportivas de los pacientes. Como mencionamos, los músculos son los generadores de movimiento y por tanto su funcionamiento normal nos permite realizar un movimiento fluido, preciso y eficiente. 

Si quieres leer un poco más sobre las enfermedades que afectan al tejido muscular consulta mi BLOG

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