los huesos

Nuestro cuerpo posee un armazón rígido en el que se anclan los músculos encargados del movimiento, pero lejos de ser estructuras pasivas, los huesos son considerados órganos muy dinámicos con una alta actividad metabólica, que se renuevan completamente aproximadamente cada 10 años. Además de ser nuestro marco rígido y permitir el anclaje de músculos y tendones, los huesos son un almacén de minerales tan importantes para nuestro organismo como el calcio, el fósforo y el magnesio entre otros.

Están compuestos además por un grupo de células (osteoblastos, osteocitos y osteoclastos) inmersas en una matriz calcificada que posee entre otras agua, colágeno y minerales. Su equilibrio depende de la interacción de múltiples factores como hormonas que estimulan su crecimiento, el tipo de dieta que aporta los nutrientes básicos para su mantenimiento y la actividad física que permite mantener su arquitectura y equilibrio sano.

En la rodilla convergen los extremos de dos huesos largos: El FÉMUR y la TIBIA y un tercero llamado RÓTULA o PATELA. Los tres conforman las dos articulaciones que funcionalmente conocemos como RODILLA:

  • La articulación entre el fémur y la tibia recibe el nombre de femoro-tibial con dos compartimentos: Uno medial y otro lateral.
  • La articulación patelo-femoral o femoro-rotuliana entre el fémur distal y la rótula o patela.

 

A pesar de ser estructuras rígidas y aparentemente inertes, están llenas de vida y cumplen múltiples tareas complejas como ya vimos. Pueden sufrir enfermedades en cualquier época de la vida, producto de traumatismos o por alteraciones metabólicas que alteran su arquitectura y su función.

Si quieres leer un poco más sobre las enfermedades óseas consulta mi BLOG.

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